Cada cuánto cambiar los neumáticos

Con un buen mantenimiento, cuidado y la adecuada atención, la vida útil de unos neumáticos de calidad ronda aproximadamente los 5 años, o entre 40.000 y 50.000 kilómetros. Sin embargo este cálculo general puede variar dependiendo de factores como el estado del terreno por el que conducimos a diario, el uso que hacemos del coche o nuestro tipo de conducción, y es que mientras más eficiente sea menos desgaste tendrán las ruedas.

El primer paso para saber cada cuánto cambiar los neumáticos es tener clara la antiguedad de los mismos. Una vez transcurridos los 5 años o los 50.000 kilómetros sin cambiar los neumáticos, es importante revisarlos para asegurar que no se encuentran desgastados y que pueden continuar siendo eficientes. Recuerda que las ruedas delanteras sufren mayor desgaste que las traseras, por eso es importante rotarlas cada 6 meses si le das un uso frecuente al vehículo.

Por supuesto, la banda de rodadura no siempre se gasta uniforme, sobre todo si tus neumáticos están mal alineados, mal inflados o de otra manera fuera de balance. Por lo tanto, asegúrate de poner a prueba la profundidad del dibujo en varios lugares, comprobación de parches de gasto, e inspeccionar el centro y los bordes exteriores de cada uno de los neumáticos para asegurarte de que la banda de rodadura se está gastando de manera uniforme.

Todos los neumáticos cuentan con una banda de desgaste que nos permite medir el grado de uso de los mismos, indicándonos cuándo es momento de cambiarlos. La profundidad de la línea de desgaste nunca puede ser inferior a 1,6 milímetros, de ser así es importante cambiar de inmediato las ruedas, pues las mismas no son aptas para conducir. De hecho lo ideal es hacer el cambio antes de que las ruedas alcancen el desgaste máximo, de ese modo garantizamos nuestra seguridad.

Aunque tus neumáticos no hayan alcanzado los 5 años de antiguedad o los 50.000 km recorridos, hay algunas razones para cambiarlos de inmediato:

• Cuando las ruedas cuentan con una profundidad inferior a 1,6 mm en la línea de desgaste, indicando que se ha superado la vida útil del neumático.
• Cuando ocurre un pinchazo o rotura en el neumático.
• Si al comparar dos ruedas que se encuentran montadas en el mismo eje hay una diferencia de 5 milímetros o más en las ranuras. Esto puede poner en riesgo tu seguridad, por lo que en ese caso es importante sustituir la llanta más desgastada.
• Si los neumáticos presentan cualquier daño rotura obvio que afecte su funcionamiento.

En algunos casos, simplemente prestando atención a tu coche cuando conduces puedes detectar problemas con los neumáticos cuanto antes.

Por ejemplo, si el coche vibra en exceso, las ruedas pueden estar desbalanceadas o fuera de alineación.

Si comienzas a sentir que el coche no responde al manejo como debería, comprueba si los neumáticos están inflados. Si el coche te hace sentir más los desniveles con pequeños saltos, los neumáticos podrían estar sobre inflados.

La alineación correcta, el balanceo y la presión, pueden mejorar mucho el manejo de tu auto y prolongar la vida de tus neumáticos.

Para ampliar aún más el kilometraje que obtienes de los neumáticos, deben rotarse cada 11.000 kilómetros, más o menos. La rotación de los neumáticos asegurará que se desgastan de manera uniforme, para sacarles el máximo provecho.

Pero, ¿qué sucede cuando tienes un neumático con una gran cantidad de vida, banda de rodadura buena, y te sucede que pasas sobre una piedra afilada o un clavo en el camino?.

La respuesta depende de varios factores. Si el pinchazo se encuentra en la pared lateral del neumático, NO estás de suerte, vas a necesitar un neumático nuevo. Si se encuentra en la banda de rodadura del neumático, sin embargo, lo más seguro es llevar el neumático a un profesional que va a parchar la llanta desde el interior y tapar el agujero. Esta opción podría ser un poco más cara que comprar un kit y hacer el trabajo tu mismo, pero la reparación será mucho más fuerte.

Teniendo en cuenta todo lo que está en juego con los neumáticos, un par de billetes es un precio pequeño a pagar por un viaje seguro.

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