Cómo alargar la vida de mi coche

Se ha de ser muy cuidadoso con todas las revisiones periódicas que requiere nuestro coche para no saltarnos ninguna de ellas. El propio fabricante nos indica la periodicidad en el manual de nuestro vehículo. Puede que si nos saltamos alguna revisión no notemos ningún fallo a corto plazo, pero a la larga el coche lo sufrirá. Mantener nuestro vehículo en las condiciones adecuadas es una buena forma para conseguir extender la vida del coche.

Una conducción suave, evitando frenazos bruscos o cambios de marchas radicales, anticipándonos a los avatares de la circulación, ayudará a que todos los componentes de nuestro coche, y con ello la máquina en sí, tengan una mayor duración.

Para evitar que nuestro coche esté sometido a los cambios de temperatura nocturna y a las inclemencias climatológicas, debemos buscar un aparcamiento cubierto y cerrado para cuando no lo usemos.

Aunque no necesitemos utilizar el coche a menudo, no debemos dejarlo parado durante muchos días, ya que pese a que podemos pensar que así le estamos alargando la vida, la falta de uso perjudicará el correcto funcionamiento de la maquinaria. Así que, si podemos, debemos mover nuestro vehículo todos los días.

Otro consejo que no debemos dejar de cumplir es utilizar los recambios tanto de piezas como de líquidos, recomendados por el fabricante de nuestro vehículo. Debemos estar especialmente atentos a los neumáticos.

Debemos prestar atención al panel de nuestro coche y atender a aquellas luces indicadoras de que algún componente va mal o necesita recambio. Con una respuesta rápida, nos ahorraremos un problema mayor y así podremos alargar la vida de nuestro coche.

Lavando el coche a menudo también estaremos alargando su vida, ya que evitaremos que algunos elementos que se hayan podido incrustar estropeen la pintura.

Los viajes cortos también pueden afectar considerablemente la vida de tu silenciador. Básicamente, consigues condensación en el tubo de escape al arrancar un motor frio, y si no mantienes el auto prendido durante el tiempo suficiente para evaporar toda la condensación del sistema, una cantidad excesiva de agua puede acumularse en el silenciador, y el oxido le hace agujeros.

Los neumáticos con presión baja pueden reducir la vida útil de la rueda en un 15% y disminuirá un poco el consumo de gasolina, tal vez un 10%. Si notas que el coche tiembla a altas velocidades debes alinearlo, o si la banda de las ruedas delanteras se desgastan de forma desigual.

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