Para cargar el aire acondicionado del coche necesitaremos una serie de aparatos que podemos alquilar o comprar. Se trata de una operación relativamente complicada, pero que podemos hacer nosotros mismos si no queremos dejar nuestro coche en el taller y desembolsar una cantidad de dinero que seguro que podremos invertir en otra cuestión. En unComo.com te explicamos cómo cargar el aire acondicionado del coche.
- kit de recarga, refrigerante, gafas de protección para los ojos, guantes
Partimos de la idea de que ya has detectado de que el sistema del aire acondicionado de tu coche está descargado. Lo primero que hay que hacer es ponernos unas gafas de protección para los ojos y unos guantes para las manos.
Antes de proceder a introducir el refrigerante, tenemos que comprobar que las bobinas de condensación estén limpias de deshechos. Además, en algún lugar del compartimento del motor, habrá una pegatina en la que el fabricante nos indica la cantidad de aceite y el tipo de refrigerante que se necesita.
Conectamos el kit de recarga a los dos puertos del sistema, de alta y baja presión (este último es el más grueso) y vaciamos de aire el sistema, incluso la manguera de carga, para que el proceso sea eficaz. La botella del refrigerante la conectamos a la manguera de carga y abrimos la válvula de baja presión, que es la que servirá para cargar el sistema.
Al estar el sistema en vacío, comenzará a chupar del refrigerante. Cuando acabe de hacerlo, encendemos el coche y el aire acondicionado, para que el gas de la botella siga pasando al sistema.
Comprobando los niveles de presión alta y baja y comparándolos con los que indica el fabricante, sabremos si la botella del refrigerante se ha vaciado ya. Si es el caso, quitamos la primera botella, purgamos la manguera de carga y colocamos la nueva botella para terminar el proceso.
Retiramos el kit de carga, cerramos la tapa del motor y comprobamos que el aire acondicionado funciona correctamente.
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- Si no tienes los conocimientos necesarios, es preferible que acudas a un taller para evitar accidentes o daños en el sistema.