Tener en coche, aunque te da mucha libertad de movimiento, supone una fuente de gastos continuos. Desde los fijos como impuestos, seguro, gasolina y mantenimiento periódico, hasta las desagradables sorpresas en forma de avería. Realizar un buen mantenimiento del coche nos previene de fallos, pero no es una garantía total de que el automóvil no se va a estropear. En unComo.com te explicamos cuáles son las averías del coche más caras.
La avería de la junta de la culata es una de las más comunes y, también, de la más caras. Esto último se debe a que la reparación supone la inversión de muchas horas de trabajo a lo que hay que sumar la pieza que hay que sustituir. El material puede superar los 500 euros, por lo que el coste de la reparación suele ser elevado.
Los fallos del ordenador del automóvil también son una de las averías más caras de reparar. En este caso, entran el juego el tema económico y el hecho de que muchos talleres no cuentan con las máquinas adecuadas para determinar en qué consiste la avería. Así, en ocasiones, se tratan de arreglar supuestas averías mecánicas que en realidad son fallos del ordenador, que detecta erróneamente alguna pieza averiada sin que exista problema en la misma.
La correa de distribución se puede romper y provocar una avería costosa en el coche, ya que otras piezas del motor comenzarán a rozarse o incluso golpearse, hasta acabar estropeándose. Así, finalmente el pistón y las válvulas también tendrían que ser arreglados, con lo que el coste de la reparación se multiplicaría ya que el fallo afectaría a todo el sistema. La factura puede llegar a superar los mil euros.
Otra de las averías más costosas del coche que puede superar con creces los mil euros es la de la bomba de gasoil en los motores diésel. Son varios los motivos que pueden provocar que se estropee esta pieza, como la mala calidad del combustible o que entre agua en el sistema.
Las diferentes averías que puede sufrir el turbo del coche, asimismo, suponen facturas muy elevadas. Solo la sustitución del turbo puede llegar a costar 5.000 euros, cantidad a la que hay que sumar la mano de obra de los mecánicos.
Como ves, estamos hablando de cantidades muy altas para poder afrontar las averías más caras del coche. Esto nos hace pensar que destinar cantidades más pequeñas en el mantenimiento periódico del automóvil es una buena inversión, tanto en seguridad como económica.
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