Aunque depende de la legislación propia de cada país, lo cierto es que lo habitual es que si no pagas una multa de tráfico en el plazo legalmente establecido, sin que hayas presentado alegaciones ni recursos, las autoridades te la exigirán por la vía de apremio, con un importante recargo que irá aumentando a medida que recibamos notificaciones. De todos modos, en unComo.com te explicamos más detenidamente qué pasa si no pagas una multa de tráfico.
Primero es importante que sepas que si te pillan in fraganti y te sancionan en el momento, el hecho de que abones la multa al instante, o en un plazo que suele estar en torno a los 20 días hábiles, te da derecho a una bonificación y solo tendrás que pagar la mitad de la cantidad con la que te han sancionado.
Evidentemente también puede ocurrir que no estés de acuerdo con la multa que te han impuesto, incluso que estés convencido de que no has cometido la infracción que se te atribuye y, en este caso, se abre tu plazo de alegaciones, por lo general de 15 días, en los que podrás alegar cuanto creas conveniente para defenderte y presentar cuantas pruebas estimes oportunas.
Una vez que el instructor practique las pruebas oportunas y lleva a cabo todas las diligencias necesarias sobre tus alegaciones, dictaminará si admite las mismas y queda sin efecto la sanción o, si por el contrario, dicta resolución en tu contra. Aún así todavía podrías plantear un recurso ante la Administración correspondiente.
Ahora bien, en el caso de que decidas no hacer caso, no pagar la multa, no alegar y no recurrir, la Administración te reclamará la deuda por vía ejecutiva a través de providencia de apremio. Aquí ya no tienes derecho a bonificación y, al contrario, se te aplicará un recargo del 10%. Si aún así decides no pagar, el recargo subirá al 20% y si ello no hace que depongas tu actitud, podrán iniciar embargo de tus bienes, desde cuentas corrientes, nóminas, devolución de la Renta, el coche e incluso bienes inmuebles.
Ahora bien, recurrir las multas de tráfico suele ser una vía que evita a muchos conductores pagar la cantidad que se le exige. Cualquier defecto de forma durante el procedimiento, imputable a la Administración, la prescripción o no comunicar de manera fidedigna las notificaciones al supuesto infractor, pueden hacer que la multa finalmente se esfume.
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